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Protegiendo a tu cachorro: El Moquillo Canino

El moquillo canino es una enfermedad viral altamente contagiosa y potencialmente fatal, causada por el virus del moquillo canino (CDV), miembro de la familia Paramyxoviridae. A pesar de los avances en vacunación, esta enfermedad sigue siendo una amenaza significativa, especialmente en perros no vacunados y en poblaciones silvestres como zorros, lobos, mapaches y zorrillos.

Patogénesis

El CDV afecta principalmente los sistemas respiratorio, gastrointestinal y nervioso central. Tras la infección inicial por gotas respiratorias, el virus se replica en el tejido linfático del tracto respiratorio, conduciendo a una viremia. Si la respuesta inmunitaria es insuficiente, el virus se disemina hacia los tejidos epiteliales y nerviosos, causando una enfermedad multisistémica.

Signos Clínicos

La presentación clínica del moquillo canino puede variar considerablemente, dependiendo de la etapa de la infección y los sistemas afectados. Los signos comunes incluyen:

  1. Respiratorio: Secreción nasal, tos y neumonía.
  2. Gastrointestinal: Vómitos y diarrea
  3. Neurológico: Convulsiones, ataxia, mioclono (contracciones musculares involuntarias), y cambios conductuales.
  4. Dermatológico: Hiperqueratosis de las almohadillas plantares y del planum nasal («hard pad disease»).

Algunos perros pueden presentar signos leves, mientras que otros desarrollan un compromiso sistémico grave. Los signos neurológicos pueden aparecer semanas o incluso meses después de la recuperación inicial.

Diagnóstico

El diagnóstico preciso requiere una combinación de anamnesis, signos clínicos y pruebas de laboratorio:

  • Anamnesis: Contacto con perros no vacunados o infectados.
  • Imágenes: Radiografías torácicas pueden revelar signos de neumonía.
  • Pruebas de laboratorio:
  1. Pruebas de PCR de hisopado (conjuntival, nasal o faríngeo)
  2. Pruebas rápidas para CDV – anticuerpos y antígenos específicos.
  3. Citología: Detección de cuerpos de inclusión en células epiteliales o frotis sanguíneos.
Tratamiento

No existe un tratamiento antiviral específico para el CDV. Tratamiento se basa en cuidados de apoyo:

  • Terapia de fluidos: Para corregir la deshidratación y los desequilibrios electrolíticos.
  • Antibióticos: Para prevenir o tratar las infecciones bacterianas secundarias.
  • Anticonvulsivos: Para controlar las convulsiones.
  • Soporte nutricional: Para contrarrestar la anorexia y la pérdida de peso.

El pronóstico es variable; los perros con signos respiratorios o gastrointestinales leves pueden recuperarse, mientras que aquellos con afectación neurológica grave suelen tener un pronóstico reservado o desfavorable.

Prevención y Control

La prevención se basa principalmente en la vacunación, la cual es altamente efectiva y esencial tanto para cachorros como para perros adultos no vacunados. Los cachorros deben recibir su primera vacuna contra el moquillo entre las 6 y 8 semanas de edad, seguida por dosis de refuerzo según las recomendaciones del veterinario. El control de la propagación incluye el aislamiento de animales infectados, el mantenimiento de una buena higiene en perreras y espacios comunes y evitar el contacto entre mascotas no vacunadas y animales potencialmente infectados. La concienciación pública y los chequeos veterinarios regulares son clave para reducir los brotes y proteger la salud canina.